Están al acecho y llevan años merodeando sobre el mercado inmobiliario…Sí, estoy hablando de los fondos extranjeros que buscan todo tipo de activos vinculados al ladrillo, como oficinas, viviendas, centros comerciales, hospitales y hoteles, sector en el que me quiero centrar hoy.
El sector hotelero se encuentra, sin duda, en el radar inversor y así lo dicen las últimas cifras publicadas por la consultora irea. Durante 2013 las inversiones hoteleras han incrementado casi en un 50% respecto al año 2012, alcanzándose un volumen cercano a los 800M€ a través de la materialización de 40 transacciones en el pasado año. La temporada turística récord y las expectativas de crecimiento del país, sin duda parece que están ayudando a la reactivación de un sector con el cartel de “se vende” que parecía no terminaba de arrancar.
¿Y quiénes son los compradores? Por un lado los fondos americanos oportunistas que están buscando posicionarse en Europa, y por otro lado los “caprichosos orientales” entre los que incluiría a los inversores de origen ruso, árabe y asiático, que quieren gastar sus ingentes cantidades de millones en buenas oportunidades de compra, principalmente en ciudades premium como Madrid y Barcelona. Asimismo, aunque a menor escala, se han producido operaciones a nivel nacional, donde las cadenas hoteleras españolas también han jugado un papel activo posicionándose en emplazamientos clave como las Islas Baleares, Canarias o la Costa del sol. Además estos inversores locales han sido también los encargados de la mayor parte de la reconversión a uso hotelero durante 2013. Los otros grandes protagonistas del mercado han sido las entidades financieras, quienes han sido las encargadas de poner en venta la mayor parte de activos hoteleros que adquirieron antes de la crisis, como es el caso de la venta de la participación de Bankia en NH Hoteles por 192M€. Con las últimas operaciones todavía calientes sobre la mesa, la reactivación del mercado transaccional es un hecho:
Las transacciones efectuadas arrojan datos optimistas para el ejercicio 2014, pese a que todavía existen signos de debilidad en el consumo interno. Además todavía sigue existiendo un gap entre expectativas de vendedores y compradores, si bien las propias dinámicas del mercado deberán favorecer una progresiva, pero seguramente lenta, convergencia entre ambas posiciones. Por último creo que debido a la oleada de activos sobreendeudados, veremos más operaciones relevantes de compra de deuda con garantía basada en activos hoteleros, operaciones que hasta la fecha apenas se han producido y que, estoy segura, se extenderán para constituir una vía directa para los fondos oportunistas. Las ideas y conclusiones que figuran en este blog transmiten la interpretación que su autor/a hace sobre asuntos de actualidad y no reflejan necesariamente las opiniones de Livingstone Partners. Son de interés general y no serán interpretadas como consejos de inversión.
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